Ideeleradio.- Luego de un año del fatídico terremoto que dejó en escombros el sur del país y cuyo saldo bordeó los 600 muertos y miles de heridos y damnificados, hoy la precariedad es el común denominador de este desastre.
La desconfianza de la población en un Forsur que no fue lo que se esperaba, la falta de agilidad para transferir recursos a favor de los que aún duermen bajo esteras, las irregularidades en la elaboración de módulos prefabricados, materiales de construcción sobrevalorados, la escasez de títulos de propiedad y una desarticulación entre los tres niveles de gobierno en la tarea de generar un norte y una esperanza para la gente afectada, son algunas de las señales que indican que este año no habría sido favorable para los damnificados.
La desconfianza de la población en un Forsur que no fue lo que se esperaba, la falta de agilidad para transferir recursos a favor de los que aún duermen bajo esteras, las irregularidades en la elaboración de módulos prefabricados, materiales de construcción sobrevalorados, la escasez de títulos de propiedad y una desarticulación entre los tres niveles de gobierno en la tarea de generar un norte y una esperanza para la gente afectada, son algunas de las señales que indican que este año no habría sido favorable para los damnificados.
El proceso de reconstrucción ha sido un zafarrancho y refleja la ineficiencia y falta de coordinación en el Estado, sostuvo el ex presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Gastón Garatea, tras cuestionar la idoneidad del directorio del Fondo de Reconstrucción del Sur (Forsur), que no supo impulsar la reedificación de las viviendas.
“Los primeros días después del terremoto fueron buenos, porque ahí necesitabas un líder y el presidente de la República se fue a Ica, el problema viene después, después fue un zafarrancho terrible, donde una de las cosas más trágicas que se vio ahí fue la ineficiencia del Estado como Estado, lo complicado que es hacer una cosa, no se puede recoger los escombros, porque hay que pedir autorización al presidente regional, al alcalde provincial, al alcalde local, complicadísimo. Después, que no se dio solución a los problemas legales de la tierra, no se estudió lo suficientemente rápido cuáles eran los lugares donde se podía reconstruir y cuáles no. Se está reconstruyendo con exactamente los mismo defectos que tenían las casas antes del terremoto”, indicó.
Según el gobierno, existe una voluntad política para llevar adelante la reconstrucción, lo cual se refleja en que hasta la fecha, se ha invertido 1,123 millones de soles en el sur peruano.
La voluntad política se refleja en hechos concretos y la región Ica permanece en escombros con damnificados cuya paciencia se agota, ya que viven en carpas y albergues bajo condiciones precarias, mientras que la burocracia petardea el proceso de reconstrucción y el presidente García ofrece lo que no ha podido hacer en un año, aseguró Leonel Falcón, integrante de la Cruzada Cívica Anticorrupción de Ica.
Agregó que el gobierno debe reconocer sus errores y tomar en serio la reconstrucción, pues este terremoto puso en manifiesto las falencias del Estado y la falta de prevención ante los desastres.
“La burocracia petardea el proceso de reconstrucción y ahí está la grave responsabilidad del Gobierno Central que no ha dispuesto de que se agilicen y flexibilicen los mecanismos para que el dinero sea entregado. Hay colegios que están aprobados para su construcción, pero no se ejecutan porque no se sueltan las partidas correspondientes, es decir, esto es un caos, una desgracia y el pueblo iqueño lamenta que el Ejecutivo no ese esté comportando a altura de las circunstancias. Estas cifras están en el papel, pero en la práctica concreta no se ha ejecutado absolutamente nada. Los damnificados en Ica, Pisco y Chincha todavía permanecen en carpas y en esteras, han soportado el duro verano iqueño y ahora soportan el duro invierno, como quisiéramos que Alan García pase un fin de semana en una carpa, seguro que se enfermaría”, detalló.
El Ministerio de Vivienda debe liderar la segunda etapa de la reconstrucción de Pisco y hacerse cargo de Forsur, pues el proceso ha sido lento y existe un alto índice de precariedad, afirmó el alcalde de esta provincia, Juan Mendoza. En ese sentido, enumeró algunos otros pasos que el gobierno aprista no debe dejar dar.
Según el gobierno, existe una voluntad política para llevar adelante la reconstrucción, lo cual se refleja en que hasta la fecha, se ha invertido 1,123 millones de soles en el sur peruano.
La voluntad política se refleja en hechos concretos y la región Ica permanece en escombros con damnificados cuya paciencia se agota, ya que viven en carpas y albergues bajo condiciones precarias, mientras que la burocracia petardea el proceso de reconstrucción y el presidente García ofrece lo que no ha podido hacer en un año, aseguró Leonel Falcón, integrante de la Cruzada Cívica Anticorrupción de Ica.
Agregó que el gobierno debe reconocer sus errores y tomar en serio la reconstrucción, pues este terremoto puso en manifiesto las falencias del Estado y la falta de prevención ante los desastres.
“La burocracia petardea el proceso de reconstrucción y ahí está la grave responsabilidad del Gobierno Central que no ha dispuesto de que se agilicen y flexibilicen los mecanismos para que el dinero sea entregado. Hay colegios que están aprobados para su construcción, pero no se ejecutan porque no se sueltan las partidas correspondientes, es decir, esto es un caos, una desgracia y el pueblo iqueño lamenta que el Ejecutivo no ese esté comportando a altura de las circunstancias. Estas cifras están en el papel, pero en la práctica concreta no se ha ejecutado absolutamente nada. Los damnificados en Ica, Pisco y Chincha todavía permanecen en carpas y en esteras, han soportado el duro verano iqueño y ahora soportan el duro invierno, como quisiéramos que Alan García pase un fin de semana en una carpa, seguro que se enfermaría”, detalló.
El Ministerio de Vivienda debe liderar la segunda etapa de la reconstrucción de Pisco y hacerse cargo de Forsur, pues el proceso ha sido lento y existe un alto índice de precariedad, afirmó el alcalde de esta provincia, Juan Mendoza. En ese sentido, enumeró algunos otros pasos que el gobierno aprista no debe dejar dar.
“Número dos, que para el próximo año, las municipalidades que han sido declaradas en emergencia como Cañete, Pisco, Chincha, Ica y Yauyos, se les incremente el Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN) a efecto de que puedan ejecutarse mayores obras a nivel de los gobiernos locales, solamente para obras. Número tres, la flexibilización de los requisitos del Programa Techo Propio a efectos de que el segundo bono que está dando el gobierno que es de 13 mil 400 soles, no tenga como requisito el título de propiedad, que es lo que más falta en la zona de emergencia. Número cuatro, la flexibilización en los procesos de adjudicación y cinco, la expropiación de los terrenos de la zona del Alto del Molino, para poder solucionar el tema de la precariedad. Yo quisiera que esto sea más rápido, pero es definitivamente lento el proceso de reconstrucción en Pisco”, aseveró.
Es fundamental la conformación de una Comisión Investigadora que permita determinar en qué gastó el gobierno, los más de mil cien millones de soles invertidos supuestamente en la reconstrucción, pues de las 95 mil viviendas destruidas por el terremoto, a la fecha se han construido sólo 300 casas, indicó Isaac Serna, congresista por la región Ica, luego de anunciar que ya presentó una moción para constituir dicho grupo de trabajo.
Serna Guzmán criticó además el bono de seis mil soles para los damnificados, pues manifestó “no alcance ni siquiera para realizar un ambiente de 15 metros cuadrados”. El parlamentario detalló también, por qué debe reformularse Forsur.
“Forsur debe hacer toda esta tarea, concentrar toda esta reconstrucción, entregar los bonos, hacer las obras, adjudicarlas y después entregárselos a los sectores. Que Forsur como un ente autónomo sujeto a control por el Congreso y Contraloría debe asumir este rol, pero que hacemos con un Forsur que no tiene fondos, se le debe dar el lugar que corresponde a esta institución, para que pueda reformular y hacer las obras a la brevedad bajo la celeridad que se ha contemplado. Un modelo de perfil abreviado pero haciéndolo bien y no repitiendo estos ejemplos del Ministerio de Vivienda que encarga una construcción una construcción de módulos a una empresa que vende papeles. Hasta la fecha no se pasan las 300 casas construidas y aparte los bonos que son de 6 mil soles no alcanza ni siquiera para hacer un ambiente”, refirió.
Por su parte el ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Enrique Cornejo, se mostró dispuesto a corregir los defectos revelados en el proceso de restablecimiento del sur del país y dijo estar preparado para asumir el reto de que Forsur sea manejado directamente por su cartera, pero indicó es necesario que en el Congreso se apruebe la Ley de Expropiación.
“Hasta el día de ayer hemos entregado en la zona, desde el 15 de agosto, más de 19 mil títulos y estoy esperando una ley del Congreso, ya mandamos el proyecto como Ejecutivo con carácter de urgencia, para que incluyan en la Ley de Expropiación un causal de expropiación en zonas de desastres naturales, porque yo tengo miles de familias que no pueden acceder a los programas porque no tienen el título e propiedad. También esto es parte del proceso y hay que explicarlo, pero sin duda también es nuestra obligación escuchar todo lo que se nos diga con mucha humildad, con gran atención y corregir as cosas que se tengan que corregir”, expresó.
No debemos olvidar que el Estado también tiene una deuda con Castrovirreyna, provincia de Huancavelica, que fue afectada seriamente por este sismo, ya que se conoció que luego de un año, no se ha destinado ni un sol para la reconstrucción de centros de salud, colegios y servicios de agua y desagüe.
Es indispensable que se generen mecanismos de institucionalidad en el país, se reflexione y no se peque de soberbios, además que se mejoren los mecanismos de coordinación entre el gobierno central y las autoridades regionales y locales, para impulsar verdaderamente este proceso, pues la situación es dramática y la población todavía no siente que a un año del desastre, se haya hecho algo para que el sur del país, no siga siendo prácticamente un campamento de refugiados.
No debemos olvidar que el Estado también tiene una deuda con Castrovirreyna, provincia de Huancavelica, que fue afectada seriamente por este sismo, ya que se conoció que luego de un año, no se ha destinado ni un sol para la reconstrucción de centros de salud, colegios y servicios de agua y desagüe.
Es indispensable que se generen mecanismos de institucionalidad en el país, se reflexione y no se peque de soberbios, además que se mejoren los mecanismos de coordinación entre el gobierno central y las autoridades regionales y locales, para impulsar verdaderamente este proceso, pues la situación es dramática y la población todavía no siente que a un año del desastre, se haya hecho algo para que el sur del país, no siga siendo prácticamente un campamento de refugiados.
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